«AMO LAS LIMITACIONES PORQUE SON LA CAUSA DE LA INSPIRACION»  Susan Sontag

El autor de la frase «Menos es Más» fue el Arq. Ludwig van der Rhoe.

En el ámbito de la arquitectura hace referencia al minimalismo. La frase “Menos es Más” significa reducir algo a lo mínimo, a los elementos esenciales que componen la cosa. Todo lo demás distrae.

Muchas veces hemos aplicado este concepto en lo que se refiere a la composición de una imagen.

Pero, ¿qué otro sentido podemos darle a esta frase en el ámbito estrictamente de la fotografía?

Sabemos que no hay fotografía sin luz, por lo tanto deducimos que ésta es su materia prima. En este sentido contamos con la luz natural y la artificial. En ciertas situaciones la luz artificial (flashes, o cualquier otra lámpara) es el único recurso a utilizar para lograr la imagen que estamos buscando.

¿Qué sucede cuando podemos elegir entre estas dos opciones, o no contamos con todos los recursos necesarios como equipamiento?

Aquí es donde relacionamos esta frase con los recursos. No contar con los recursos técnicos no es un impedimento para realizar una buena fotografía.
Hoy queremos compartirles una experiencia de trabajar con los recursos disponibles del location con el mínimo equipamiento.

Tuve la oportunidad de dar un taller en la ciudad de Rosario, en conjunto con otros dos colegas, en donde volcamos nuestras experiencias dentro de la fotografía. Obviamente que la iluminación fue uno de los temas abordados.
En ese contexto y casi finalizando la parte práctica del taller, es que ví la posibilidad de realizar algunas fotos con la luz que  provenían de las ventanas.

El location es una casa de estilo de los años 40/50, con techos muy altos y ventanales de dimensiones considerables. La luz provenía de dos de esos ventanales.
Dado que el sol no ingresaba directamente a la habitación, la luz era muy suave, lo que puede apreciarse en las sombras de las patas de la silla de la foto 1.

FOTO 1

La silla se ubicó de tal manera que la luz incidiera en el mismo ángulo desde ambos lados.

Una vez organizado el location restaba invitar a nuestra modelo a tomar su ubicación.
La primera imagen obtenida, si bien acentúa los contornos (el efecto buscado) deja en penumbras su rostro. (Foto 2)

FOTO 2

Con el agregado de una pantalla reflectora se logró incrementar la luz sobre su rostro, logrando equilibrar el contraste de la imagen.(Foto 3)

FOTO 3

En otra situación también en el marco de un taller, pero esta vez en la ciudad de Neuquén, aplicamos el mismo criterio anterior.

Estábamos en el lobby del hotel y la consigna, trabajar con los recursos que disponíamos.
Se ubicó a la modelo en un pasillo que conduce a un grupo de habitaciones.

La luz provenía de dos grandes ventanales como se puede ver en la foto 4.

FOTO 4

La línea verde indica cuál era la situación de interés a destacar. Obsérvese que de toda la escena sólo importa una parte muy pequeña. Esta toma se hizo con un lente 50 mm y se puede apreciar también que la modelo se encontraba más alta que el punto de vista del fotógrafo.

La medición se realizó con la cámara en modo puntual, utilizando un objetivo zoom 80-200 f 1:2,8 sobre el vestido, lo que dio como resultado una imagen de alto contraste con sombras definidas pero no profundas y el fondo fua a negro justamente por la diferencia de difragmas entre el vestido y el pasillo. De esta manera se logra dar protagonismo a la modelo.

FOTO 5

Aprender a reconocer las posibilidades de un location en función de la luz lleva consigo la necesidad de dejar de ver las cosas por lo que son o representan, para comenzar a “mirarlas” en función de la luz. Así como el dominio de la cámara fotográfica requiere de práctica, aprender a mirar lo habitual de una forma diferente significa un cambio de actitud personal hacia el tema a fotografiar.

Incrementar esta capacidad dará como resultado la adaptabilidad del fotógrafo a casi cualquier situación, reduciendo al mínimo la dependencia al equipo.

Hasta pronto.